Cuando usted está
cocinando un plato de pasta o hace una gran olla de chile, sería más fácil comprar
un tarro de salsa de tomate en una tienda que hacerla en su propia casa en la
cocina.
Sin embargo, estas
salsas de tomate están a menudo llenas de azúcares
refinados, promueven el aumento
de peso y el aumento de su riesgo de desarrollar diabetes en algún momento de
su vida.
Muchas personas no
tienen idea acerca de este sorprendente contenido de azúcar, como es lógico
suponer que los vegetales son el ingrediente dominante en las salsas de tomate.
Afortunadamente, puede
hacer una salsa que es fácil de preparar, baja en grasa y baja en azúcar.
Sólo
tienes que seguir estas instrucciones:
Caliente una pequeña
cantidad de aceite vegetal en una sartén y fría una cebolla finamente picada
hasta que esté suave.
Añada un diente de
ajo picado y vierta una lata de tomates picados, dos o tres cucharadas de puré
de tomate y sus hierbas favoritas (buenas sugerencias incluyen el orégano y
albahaca).
Para una salsa más picante, pruebe a añadir un chile rojo picado o
rociar un poco de hojuelas de chile sobre la salsa.
Cocine a fuego lento
la salsa hasta que parte del líquido se evapore y este satisfecho con la
consistencia.