Aunque la salsa de
soja es una adición clásica a las comidas chinas y platos salteados de verduras,
tiene que pensar muy bien si realmente quiere ponerla en su cuerpo.
A diferencia de
muchos de los alimentos mencionados anteriormente, la salsa de soja tiene un
contenido bajo en calorías y es una fuente de algunas vitaminas saludables, por
lo que puede parecer completamente inofensiva a primera vista.
Sin embargo, sólo una
cucharada contiene alrededor de 900 miligramos de sodio, por lo que agregarla a la comida puede causar
retención de agua, dejando la sensación de un abdomen acuoso e incómodo.
Más importante aún,
una ingesta excesiva de sodio está fuertemente vinculada a una mayor
probabilidad de desarrollar hipertensión (presión arterial alta es decir).
Si su presión
arterial es siempre alta, se arriesga a dañar su sistema cardiovascular y
aumentar su riesgo de problemas de salud graves, como ataques cardíacos y
accidentes cerebrovasculares.
Por suerte, hay
versiones alternativas de la salsa de soja que tienen un contenido de sal
reducido.
Sin embargo, debe ser
consciente de que las reducciones no deben ser dramáticas, así que las salsas
de soja con sodio incluso menores deben utilizarse con moderación.
También es bueno investigar
las salsas más sanas y experimentar con el uso de hierbas frescas y especias
para darle sabor a sus comidas.